UN ENCUENTRO QUE NOS HACE CRECER

Lo Inexplicable del Poder de Dios: Jóvenes que se Unen en Su Nombre

Hay cosas de Dios que simplemente no pueden explicarse. Lo que comenzó como una iniciativa de unos pocos jóvenes, se ha transformado en algo mucho mayor. Lo que antes eran pequeños grupos, ahora llena cualquier espacio donde se reúnen. Señor, qué tendrá tu poder, que hace que todos nos unamos en tu nombre y alabemos todo lo que eres y representas.

Ayer por la tarde, en la capilla del Colegio Bilingüe Divina Pastora de Martos, un grupo de jóvenes de la Hermandad participó en la Adoración Juvenil Mensual, junto a otros jóvenes de Martos. En esta ocasión, el Grupo Joven de la Hermandad actuó como anfitrión del encuentro, guiando a todos en este momento de oración y alabanza.

Altar Mayor, con el Santísimo Expuesto ante los jóvenes

Altar Mayor, con el Santísimo Expuesto ante los jóvenes

Panorámica de la Capilla del Colegio Divina Pastora de Martos.

Una vez más, los jóvenes de Martos se reunieron para alabar al Señor y ponerse en Su presencia, pidiendo Su guía para un nuevo curso lleno de desafíos. La invitación es clara: ser "semillas que nos hacen crecer", sembrando en nuestra vida aquello que deseamos mejorar. La oración también se dirigió a la Virgen María, pidiéndole fuerza para escapar de aquello que nos aleja de Su amor y acercarnos a lo que nos hace mejores personas.

Al finalizar la Adoración, la Hermandad de la Santa Vera Cruz, encabezada por su Grupo Joven, ofreció un ágape a todos los presentes. Este momento de fraternidad fue especialmente significativo, ya que se celebraba el XXV aniversario de la llegada de Nuestra Señora María de Nazareth a Martos, un evento que ha marcado la vida espiritual de la comunidad.

Convivencia con los participantes en la Casa de Hermandad de la Santa Vera Cruz

Convivencia con los participantes en la Casa de Hermandad de la Santa Vera Cruz

Fue una jornada de encuentro y fe, un recordatorio del poder que tiene el Señor para congregar a personas de todas las edades en torno a Su nombre. Y una vez más, los jóvenes de Martos respondieron con alegría y entusiasmo, mostrando que la semilla que han sembrado sigue creciendo.