Fue así el 7 de abril de 1991 cuando se recupera oficialmente, habiendo presentado la pertinente documentación. Se cumplía así el sueño de unos emprendedores hermanos cruceros que trabajaron sin descanso para poder sacar este gran proyecto adelante. Noches sin dormir, tardes muertas preparando altares de culto, remendando cruces de terciopelo,...
... Y así prosigue hasta el día de hoy. Una hermandad unida, en este año más que nunca en que verdaderamente nos podremos llamar HERMANDAD, y donde nunca faltan los buenos momentos entre nosotros, como gran familia crucera que somos. Todas las actividades se hacen pocas, y cortas, por muy duras que sean, cuando nos encontramos todos juntos en nuestro ambiente crucero. Horas muertas debatiendo sobre las nuevas ideas para un altar, noches de casetas y verbenas, tardes de oración ante nuestros titulares,... Siempre es un placer y un gozo hacerlo, siempre en clave Vera+Cruz.
Que Jesús de Pasión y María de Nazareth nos amparen y nos den mucha salud, fuerza y alegría para que podamos seguir celebrando esta efeméride muchos sietes de abril más.
Hoy, más que nunca, #SomosVeraCruz